Un descuido frecuente de los emprendedores que incursionan en el mundo digital es que olvidan planificar su parrilla de contenidos; simplemente, publican —sea en redes sociales, blogs o newsletters— lo que les parece oportuno conforme se les ocurren las ideas. Esto es algo que debes evitar si buscas atraer clientes y posicionar tu negocio en internet. Contar con una estrategia de contenidos es tan necesario como elaborar un análisis de la competencia o un plan financiero.
¿Cómo organizar tus contenidos? Mediante un calendario editorial. Se trata de un documento que puedes ir modificando en el tiempo, te permite estructurar tus ideas y definir los aspectos esenciales de cada una de tus publicaciones (canales, fecha de publicación, temática, redactor, etc.).
¿Cuáles son sus principales ventajas?
- Optimiza el tiempo y el esfuerzo que dedicas a tus contenidos, dado que los planificas con antelación y en fechas puntuales (semanalmente, mensualmente, anualmente, etc.).
- Reúne y organiza tus ideas en un solo lugar.
- Es el método más eficaz para medir tus resultados, puesto que te permite analizar los efectos de tus publicaciones en tu público objetivo y realizar acciones o ajustes para obtener las metas esperadas.
- Contribuye a distinguirte de la competencia, a través de publicaciones originales, creativas y únicas.
- Permite mejorar el posicionamiento SEO de tu página web, ya que incentiva la calidad de tus contenidos y la disciplina de publicarlos de forma regular y constante.
Para crear un calendario editorial y sacarle el máximo provecho, debes:
- Conocer tus objetivos, tanto generales como particulares (la razón de ser de un buen plan de marketing: todos los pasos posteriores dependen de este punto). Comienza por preguntarte qué buscas conseguir con tus contenidos, en concreto y de manera realista, cuantificable, y teniendo en cuenta un espacio temporal determinado.
- Conocer las características de tu público objetivo (de ellas depende la forma en que comunicarás tus contenidos). Cuanto más lo conozcas y acotes, mejor.
- Analizar a tu competencia, directa e indirecta. ¿Qué les funcionó? ¿Qué no les generó buenos resultados? No copies, guíate de estas experiencias.
- Saber de qué recursos dispones (tiempo y dinero, en especial), y, en función de ellos, ser realista y trazarte prioridades.
- Apuntar las fechas y eventos importantes que se vinculan con el rubro de tu negocio y tus intereses particulares. ¿Alguien dijo Black Friday, San Valentín, Navidad; o, tal vez, celebraciones más específicas, como el Día del Pollo a la Brasa o el Día Mundial del Libro?